viernes, 27 de mayo de 2011

¡YA ESTÁN AQUÍ! ELLOS Y SUS MÉTODOS


La derecha catalana, sin pena y sin vergüenza, prueba sus métodos represores contra personas indefensas y pacíficas. Querían saber si la policía seguía fiel a sus órdenes, querían comprobar si algo había cambiado, deseaban tener de nuevo el control de la calle, de las bocas, de los miedos, de todo, como antes, como siempre y lo han comprobado. Hoy el gobierno catalán se ha quitado de nuevo la máscara, son ellos mismos. ¡Viva la autenticidad!

lunes, 23 de mayo de 2011

23M La gaviota resurge de los capullos

Cansada de revolotear junto a puertos con olor a brisa rancia y con los bríos que proporciona el ansia de vuelo a tierra, la gaviota, alentada por por el aroma de solanos polvorientos sin olor a nada y con el pico abierto graznando a izquierda y derecha, sin pudor y sin recelo se asienta "reinona" sobre capullos rojos que se tiñen de oscuro con las sombras de la tarde.
      Empiezan a no gustarme las flores que, lejos de renovarse con la luz de cada mañana, persisten en sus hálitos estáticos. No quiero flores de jardín amaestrado, prefiero margaritas silvestres, aunque se deshojen a cada instante con la esperanza de obtener un SÍ con el último pétalo.

domingo, 22 de mayo de 2011

¡¡¡ ENORABUENA ESPAÑOLES !!!

Se acabó la crisis, ahora que gana el PP todo está resuelto.

Retroceso al presente (4)

La calle continuaba con su bullicio y ambos, en silencio tenso, caminaban con paso corto. Rubén repasaba con extrema rapidez los rincones de su memoria intentando encontrar las palabras apropiadas, Lucrecia lo notaba a su lado, incluso  apreciaba suaves roces, seguramente involuntarios, de la mano de él con su blusa de seda blanca.
- ¿Quieres un café? -se atrevió por fin a decir Rubén y sintió que se ruborizaba interiormente por no haber sabido decir algo más oportuno-. Podemos ir al Central, te gustaba el café que hacían allí.
- Un poco tarde para el café, prefiero caminar un rato.
Rubén no supo en ese instante si era tarde para el café por la hora o si, para ella, había pasado la época de tomar café con él. Tampoco se atrevió a averiguarlo así que, de nuevo permaneció en silencio durante otro rato, tal vez esperando que ella le hablara.
-El doctor Rivera parece seguro de lo que hace -intentó por otro rumbo Rubén-.
-Sí, pero creo que va demasiado deprisa, aún no tengo la decisión tomada, me gustaría conocer todos los detalles de la operación.
-Ha sido franco y claro.
-Soy yo quien estoy confusa, no esperaba pasar por esto y menos aún involucrarte a tí después de tanto tiempo.

"Tanto tiempo" fue el resorte que abrió la zona de su memoria a la que Rubén solía acudir en sus momentos más tristes.

Al llegar  a la parada del  autobús, Lucrecia dudó si continuar andando pero, como una decisión tomada al azar, se detuvo y lo miró con la misma expresión que lo había hecho cuando lo esperaba bajo el pruno. 
-Me encuentro cansada, voy a coger el autobús.
-Te acompaño, no deberías irte sola.
Ella no contestó, pero su forma de tenderle la mano no le dejó la menor duda sobre la respuesta. Él la observó subir al autobús intentando grabar todos los detalles de su cuerpo y no se movió hasta que el autobús se perdió entre el tráfico.

Continuará....

Votar o No votar?

Por mi reflexión ideológica ha habido momentos electorales en los que no he votado, ha habido otros en los que he votado opciones con las que después nada ha cambiado, en otras ocasiones he optado por escribir mis indignaciones en la papeleta que pasaría a engrosar las nulas, confieso que también en alguna ocasión voté por el famoso Cambio, pero lo que nunca hice fue votar en blanco, porque siempre he pensado que es la opción de quienes todo les da igual o de quienes no tienen opinión.
Hoy, teniendo en cuenta lo que está sucediendo con el tan deseado movimiento de protesta, me asalta de nuevo el dilema ¿votar o no votar?, si voto, será con el convencimiento de que contribuiré a frenar las ambiciones poderosas de dirigentes xenófobos, homófobos, excluyentes, clasistas, populistas, hipócritas, intolerantes, dogmáticos, meapilas, salvadores..... y para qué seguir, que estoy indignado.

jueves, 19 de mayo de 2011

¿Qué os parece?

Por fin...... !

Fuera temores, fuera prejuicios, fuera dudas.... por fin la gente joven y menos joven ha reaccionado ante la abulia anodina de la época. Las concentraciones asamblearias que se están produciendo en las grandes ciudades de España, Madrid y Barcelona a la cabeza, son (o mejor dicho, mi deseo es que lleguen a ser) el embrión de un movimiento mayor que irá extendiéndose a otras ciudades más pequeñas y pueblos de toda índole. Indignados o indignadas, hartos o hartas, unidos, que no uniformados, comienzan a expresar con gritos organizados su indignación y su hartura. No importa la sordera que afecte a la clase política, económica o "poderosa", acabarán oyendo las voces de quienes no creen y no comparten sus mentiras.
De momento haremos bien en estar atentos, puede que asistamos a cambios importantes en la organización social, puede que participemos en un hecho histórico.
Yo también estoy INDIGNADO.

martes, 10 de mayo de 2011

Retroceso al presente (3)

Permanecieron ambos en silencio, ella con los ojos fijos en los pliegues de su falda de color gris que le caía un par de centrímetros por debajo de sus rodillas. A él, aunque la miraba de vez en cuando sin ser notado, sus recuerdos lo habían transportado unos años atrás, hasta un día cualquiera de los que vivió junto a Lucrecia en aquel apartamento del centro. 
La enfermera de la voz monótona les sacó a ambos de su profundo silencio.
- Ya pueden pasar, -les dijo sin modificar su expresión fría.
Rubén, que había permanecido de pie junto a la ventana, se aproximó a Lucrecia haciendo un ademán de prestarle ayuda para incorporarse, ella ignoró su mano pero le mostró una incipiente sonrisa de agradecimiento.

El doctor Luis Rivera  les recibió de pie junto a la mesa llena de carpetas y papeles, y después de acercarle una silla a Lucrecia, le indicó a Rubén que tomara otra silla.
- Siento haberles hecho esperar, he tenido que asistir a una sesión clínica de urgencia.
- No importa, contábamos con algún imprevisto, -dijo Rubén amablemente.
- ¿Como se encuentra Sra. Acebo?
Lucrecia se limitó a hacer un gesto sencillo con la cabeza mirando a los ojos al doctor Rivera, quien lo interpretó como una respuesta llena de desánimo.
- He estado estudiando todos los análisis  y no he encontrado nada que nos aconseje desistir, así que ya sólo quedan un par de pruebas más. Posiblemente, si todo va bien, en unos quince días podremos hacer la intervención.
- No sé si estoy preparada, cada día me asaltan nuevas dudas. 
- No le voy a ocultar los riesgos que entraña esta intervención, no sería honesto, pero  me temo que no hay otra alternativa, salvo dejar que todo siga su curso.
 - Bien, sigamos entonces, espero encontrar alguna razón para no dudar.
El doctor Rivera estuvo tecleando unos instantes, los mismos que aprovechó Rubén para coger la mano de Lucrecia y apretar con toda la suavidad de la que fue capáz. Notó un leve temblor en ella que cedió antes de que el doctor terminara de imprimir dos documentos con las pruebas que debía realizarse Lucrecia.
- Llamenme cuando tengan estas pruebas. Hasta entonces continúe con el tratamiento.
Lucrecia se levantó lentamente y se despidío del doctor tendiéndole la mano, luego, sin esperar a que Rubén hiciera lo propio, salió de la consulta sin mirar hacia atrás.
- Es imprescindible subirle el ánimo, -dijo el doctor Rivera a Rubén miestras le daba la mano.
- No creo que yo pueda servir de mucho, doctor, ella hace tiempo que dejó de creer en mí.


Rubén salió al pasillo y aceleró un poco el paso, para alcanzar a Lucrecia, que se encontraba ya a punto de girar hacia la calle.
Continuará.....

lunes, 2 de mayo de 2011

1ª de Mayo

Debe ser la primera vez en 30 años que no participo en alguna actividad del 1 de mayo. De ello sólo yo tengo la responsabilidad, no me escondo tras reflexiones críticas hacia los sindicatos, hacia los trabajadores ni hacia nada ni nadie. No he estado y no me siento incómodo por eso. A pesar de ello, creo que tras el 1 de mayo hay una larguísima historia del mundo obrero cargada de luchas y reivindicaciones, sin las cuales no se podrían haber conseguido tantas mejoras en el ámbito laboral, aunque el neoliberalismo con gobiernos socialistas ejecutores, se encarguen de ir acotando y esquilmando.

Retroceso al presente (2)

          Todo el camino hasta el hospital lo hicieron en un silencio reverenciado por los dos, roto sólo en un par de ocasiones por alguna advertencia al cruzar la calle. Entraron por la zona de urgencias y tuvieron que sortear con sigilosa prudencia la gran cantidad de personas que se concentraban en las puertas de las consultas. Conocían bien el camino y se adentraron sin dudar en el largo pasillo que conducía a la consulta del doctor Luis Rivera. Antes de que  él hubiera hecho ademán de llamar, la puerta se abrió y una mujer con bata blanca les cortó el paso.
- Tenemos una cita con el doctor Rivera. -dijo ella en un tono apenas perceptible.
- Deben esperar, está en una sesión clínica. Pasen a esa sala, les avisaré cuando pueda atenderles.
- Por favor, dígale que Lucrecia Acebo y Rubén Blasco han venido. Él nos esperaba a la una.
La señora de blanco no dio muestras de haberse enterado de los nombres. Con el mismo gesto impasible con el que abrió la puerta, se alejó para entrar en otra habitación dos puertas más adelante. Rubén, tras dudar si pasar a la sala de espera o quedarse en el pasillo, indicó con un leve gesto a Lucrecia que pasara. Era una sala  oscura de paredes blancas y desnudas, un cartel pegado con chinchetas contenía el listado de  derechos de los usuarios y algunos asientos sin respaldo, unidos por una barra, se alineaban bajo una ventana , tras la que  sólo se veía una pared de ladrillo.
           Lucrecia se sentó en el primer asiento de la izquierda y Rubén permaneció de pie mirándola. Mientras ella rebuscaba no se sabe qué en su bolso negro, él recorrió con una mirada observadora la delgadez que dejaba entrever su blusa blanca. 
Continuará....