jueves, 28 de abril de 2011

Retroceso al presente (1)

Al doblar la esquina de aquella calle luminosa y llena de bullicio, adivinó a lo lejos, bajo la sombra del pruno, su figura debilitada por una delgadez repentina. No la recordaba así, pero era inconfundible a pesar de las más de dos décadas sin verla. Se acercó lentamente, temiendo que ella girara la cabeza y no lo reconociera, se sentía inseguro y con una timidez repentina, garraspeó hacia adentro para que su voz saliera clara y firme en el saludo.
- Hola -alcanzó a decir escuetamente, esperando su mirada y con ella su primera sensación.
Ella giró con aire su cuello delgado y clavó su mirada en él. Unos instantes de silenciosa observación le parecieron a él los momentos más prolongados de sus últimos años y antes de que ella hablara, él se aproximó un paso más.
- He dudado mucho sobre este encuentro. -Dijo ella con un tono que no delataba ningún reproche.
- Pero has venido.
- Ahora estoy preparada.
Él alargó su mano izquierda hacia el brazo derecho de ella, con una leve presión la aproximó y juntos, como en otro tiempo, se alejaron calle abajo mirándola cada cierto tiempo, como impulsado por un resorte interior. 

Continuará.....

martes, 26 de abril de 2011

Desde la altura

Me gusta echar una mirada a Jaén desde la altura de vez en cuando. Hoy con mi perro y el libro de turno he subido a la cruz. Brillaba un sol propio de la época y tan sólo unas blancas y definidas nubes coronaban la ciudad. Cada vez que subo allí descubro algo que antes no me había llamado la atención. Con el silencio que otorga la altura leía sosegado las páginas de "Inés y la alegría" de Almudena Grandes, concretamente el momento en que Inés trata de explicar a su Galán los horrores vividos en las cárceles franquistas de la posguerra, las represalias sufridas por quienes quedaron en manos del odio de los vencedores, cuando  levanto la vista y me atrae un linea recta imaginaria que recorre Jaén de sur a norte que, partiendo del antiguo Seminario, pasa por la catedral y llega justo a la esquina de nuestra casa. Esto no tiene ningún interés para quienes podáis leer esta entrada, para mí algo más, aunque tampoco voy a hacer una confesión intima.

viernes, 22 de abril de 2011

Lágrimas profesionales o procesionales

Asistiendo con cierto tedio a una sesión televisiva, de esas en las que además de las conversaciones familiares, nos acompaña de fondo la pantalla extraplana, me salta cierta chispa al apreciar un desconsolado llanto en un cofrade (de los de Junta Directiva) engominado. Su cara, apenada y casi desencajada, en primer primerísimo plano hacía temer una tremenda desgracia. Con curiosidad solidaria me intereso por lo ocurrido y compruebo con estupor que el llanto desconsolado se debe a que llueve y no puede salir el paso procesional correspondiente. En un primer instante me entraron ganas de reír (no sé por qué) pero, tras una reflexión más razonada, me invadió una satisfacción comprensible por entender que no todas las lágrimas corresponden a una misma intensidad de dolor, amargura o emoción (tampoco sé por qué, ya que esta conclusión forma parte de mi experiencia desde hace mucho tiempo).

sábado, 16 de abril de 2011

Deberíamos estar jubilosos..... ¡Qué a... de mundo!

La población en situación de pobreza extrema bajará hasta los 883 millones en 2015, según un informe del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional que difunde Efe. El 14,4% de la población mundial vivirá con menos de 86 céntimos al día en 2015 frente al 25,2% de 2005. (El País, 16 de abril de 2011)

¡Hay que j......! Las constantes y numerosas manifestaciones y otras acciones de las sociedades desarrolladas, junto a la política certera de las izquierdas globalizadas, además de los denodados esfuerzos del mundo sindical y obrero, amasados con los logros de la ciencia y la intelectualidad progresisto-progresiva, nos están haciendo disfrutar de estos logros tan insospechados de los que nos deberíamos sentir orgullosos todos, cada uno según nuestro grado de participación. 

¡Hay que joderse!

miércoles, 13 de abril de 2011

Relato breve

 


Antes de que los vencejos hubieran ensayado sus primeros gorjeos, él había despertado varias veces, nervioso y y con la ansiedad agarrada a su garganta. Dudó entre incorporarse y mirar el reloj que había dejado sobre la mesita de noche, junto al despertador, o cerrar los ojos e imaginar paso a paso lo que iba a vivir esa singular jornada. La decidida fortaleza de la noche anterior se tornaba poco a poco en triste ternura.

El agua cálida de la ducha le aproximaba a  la realidad con cada gota. Se enfrentó sólo un instante a su imagen en el espejo, el tiempo justo de comprobar el pálido brillo en sus ojos, se palpó el bolsillo de la camisa para reafirmarse en que llevaba las pastillas del corazón y se mezcló anónimo entre la gente que, autómata, se dirigía al trabajo. Él llevaba otro camino, pronto abandonó el ruido urbano y comenzó a ver las puntas de los cipreses que delataban el cementerio. A medida que se acercaba notaba más fuerte y acelerado el latido en su pecho. Aunque el paso parecía firme y constante, las ganas por retroceder y huir se adueñaban de su voluntad metro a metro. Pero continuó.
Frente a la puerta disimulada y tétrica, a unos metros de ella, se paró y, como clavado por un peso enorme, permaneció estático hasta que el empleado de la funeraria  apareció con la caja que contenía el cuerpo de su nieto.
- ¿Vamos? - le dijo con cara compungida el hombre del uniforme azul oscuro.
- Vamos - le contestó el abuelo, intentando mostrar una voz serena y apretando los ojos contra sus órbitas para no llorar.

Mientras el fuego consumía todas sus ilusiones y se llevaba una buena parte de su alegría, decidió pasear junto a los setos que ocultaban las tapias del camposanto, allí podría llorar sin ocultar sus pequeños ojos. La única vez que se atrevió a levantar la vista del suelo se encontró con una rosa entre el verdor del seto. Su vivo y joven color consiguió arrancarle una mueca parecida a un proyecto de sonrisa.  No supo el tiempo que pasó en aquel silencioso trayecto que rodeaba el cementerio.
- Ya está. -Le dijo el hombre del uniforme azul oscuro- aquí tiene.
Y le entregó una pequeña bolsa de tela roja, coronada por un cordón dorado.
- Gracias. -Respondió él, mientras su mano temblona asía con calor y duelo la bolsa.
La introdujo en uno de sus bolsillos y emprendió el camino de retorno a su casa con aire sereno y tranquilo.
Sólo supo que continuaba vivo cuando la brisa secó las lágrimas que le caían por la mejilla, mientras dejaban un surco de agradable frescor. De nuevo, anónimo y ajeno, se mezcló entre la gente que salía del trabajo.

lunes, 11 de abril de 2011

¿Nos quedamos inertes o nos indignamos?

Os recomiendo el breve texto "Indignaos" de Stephane Hessel.
En una ocasión anterior dediqué una entrada del blog a la Red de Convergencia Social. Hoy, de nuevo me gustaría que echáseis un vistazo a esta página y, si os interesa, hablaríamos después:
 
http://www.redconvergenciasocial.org/
    
"Estimado amiga y estimada amigo;

Un grupo de personas preocupadas por la situación política y por las amenazas que se ciernen sobre sectores cada vez más amplios de la población sentimos la necesidad de tomar la iniciativa. Pensamos que ha llegado el momento de impulsar un proceso de acercamiento y convergencia de todos los sectores y sensibilidades de la izquierda para ir conformando una respuesta unitaria y eficaz a la situación que vive nuestro país de países.

Nuestra pretensión es muy abierta pero muy clara. Estamos convencidos de que es imprescindible promover la más amplia confluencia de fuerzas de la izquierda social y política frente a la ofensiva neoliberal que estamos sufriendo. Esta ofensiva probablemente no va a remitir en los próximos tiempos sino todo lo contrario.

Creemos que es necesario ir construyendo consensos para definir valores y políticas que permitan defender el bienestar colectivo, la justicia social, el desarrollo sostenible y las libertades democráticas en estos momentos críticos que estamos viviendo. Es sólo un comienzo pero un comienzo necesario para empezar a articular una contraofensiva al neoliberalismo dentro del actual panorama de la izquierda en nuestro país.

Para darle el primer impulso a este proceso, aprobar el programa mínimo antineoliberal y lanzar el proceso de conformación de mesas para la convergencia ciudadana en todo el Estado, hemos convocado una Asamblea el próximo día 19 de febrero a las 11.00 horas en el Auditorio Marcelino Camacho de Madrid, Calle Lope de Vega nº 40.

Somos conscientes de que una convocatoria de este tipo no es muy frecuente. Pero existe una posibilidad real, hasta ahora tenida por imposible, de que se produzca una regresión dramática de las conquistas sociales, democráticas y culturales de los últimos treinta años. Está en juego, además, la propia existencia de la izquierda como actor político relevante. Por ello confiamos en tu responsabilidad y en tu generosidad en unos momentos tan importantes como los que estamos viviendo.

Un saludo cordial

El grupo promotor de la iniciativa

Almudena Grandes
Ariel Jeréz
Armando Fernández Steinko
Begoña San José
Carlos Berzosa
Carlos Martínez
Carlos Ruíz
Diosdado Toledano
Enrique de Santiago
Francesc Matas
Francisco Fernández Buey
Gaspar Llamazares
Ignacio Ramonet
Jordi Borja
José Luis Sanpedro
José Manuel Naredo
Juan Ramón Capella
Juan Torres López
Luis García Montero
Manolo Monereo
Marcos Roitman
Angels Martínez Castells
Maria José Saura
Miguel Riera
Pablo Iglesias
Pascual Serrano
Pedro Montes
Rafael Pillado
Ramón Zallo
Ricardo García Zaldívar
Roberto Viciano
Rosa Cañadell
Rosa Regás
Salce Elvira
Teodulfo Lagunero
Vicenç Navarro
Xosé Manuel Beira "