miércoles, 28 de octubre de 2015

miércoles, 4 de febrero de 2015

Explicaciones a mis ignorancias

El más insistente consejo de mi cardiólogo -perdón, del cardiólogo que me chequea cada año- es que intente tomar la vida con una alta dosis de tranquilidad, que me distancie de los temas que alteran mi ritmo cardíaco. Yo suelo responder con una leve sonrisa. No está la cosa para sonreír ampliamente. 

No puedo contener la serenidad del miocardio ante titulares semejantes, cada palabra que descifro provoca una aceleración respiratoria y llego al final, tras 8 palabras, un año y dos cifras, al máximo de revoluciones, acelerado e indignado, aunque la certeza de mi descubrimiento, me devuelve en pocos instantes al estado de calma, me quedo tranquilo al encontrar explicaciones a mis ignorancias: Ya sé por qué ha aumentado en un 27% el número de personas que viven bajo el umbral de la pobreza, ya sé por qué hay un 27% más de ricos en este país tan próspero. 

lunes, 2 de febrero de 2015

PRIMERA PERSONA DEL PLURAL DEL PRESENTE DE INDICATIVO

                   El uso de los verbos con sus modos, tiempos, números y personas es, a mi juicio, uno de los aspectos más interesantes y potentes del idioma castellano. Desde los primeros años en la escuela se nos enseñaba que el verbo era condición indispensable en la construcción de oraciones, de tal forma que sólo el verbo, sin añadidos, adornos, emperifollamientos o atavíos falaces es, en ocasiones, una oración gramatical de inmenso significado. Sin embargo el presente de indicativo, en su primera persona del plural, se ha convertido en moda (valor más frecuente en un conjunto de datos), para ilusión de unos y temor de otros. Como expresión de acciones reales y concretas, aderezado con el tiempo presente, en su número más cooperativo y plural de la primera persona, nos hace responsables y partícipes de lo que vemos, pensamos, decimos, callamos, omitimos, aguantamos, permitimos, conseguimos, cambiamos, decidimos y PODEMOS, así como de otras infinitas circunstancias que contribuyen a la grandeza del ser humano y su tribu. Por tanto, en este momento, el presente se transforma en una herramienta indispensable en manos de la ilusión más legítima, de los anhelos más alcanzables, sin subjuntivos ni condicionales, sin imperativos ni perífrasis dilatorias, ahora, para que un día no muy lejano "HEMOS PODIDO" o "PUDIMOS" sea parte de nuestra memoria colectiva en lugar de perpetuarse en sueño común, conjugando otros modos tiempos y personas, hubiéramos podido, habrían podido o lo que es peor, ojalá volvamos a poder algún día. Conjuguemos (es un deseo subjuntivo) la primera persona del plural del presente de indicativo, nos hace participativos, solidarios y responsables de nuestros actos.                        

jueves, 29 de enero de 2015

Marcha 31-E "por el cambio"

Yo participaré, si nada lo impide, en la concentración del día 31 de enero en Madrid. A mi vuelta os prometo una crónica del suceso.