sábado, 30 de octubre de 2010

La risa y sus efectos en mí.

No soy persona de grandes risotadas, los que me conocéis me habréis visto reír descontroladamente en pocas ocasiones y ayer fue una de ellas, viendo a Tricicle en el Infanta Leonor de Jaén; Garrick, una soberbia actuación que nos hizo vibrar en el asiento a los presentes. Hubo momentos en los temí que José Carlos, mi amigo, se quedara "encanao" (por cierto Jose, ¡ánimo con tu libro!). Gracias a J. Gràcia, P. Mir y C. Sans pasamos un rato magnífico y después hasta nos tomamos unas cervecitas. Sin embaro, lo que más me sorprendió fue que estos tres personajes consiguieran que me olvidase, aunque sólo fuera por noventa minutos, de algunas cuestiones que últimamente me tienen algo "atascao". Os lo recomiendo.
           Ahora comprendo mejor a Juan Ramón Gíménez, cuando escribe sobre Platero. Tengo a mi perro enfermo y me preocupa su evolución.

3 comentarios:

  1. Amí también y no quiero que me preocupe tanto.

    ResponderEliminar
  2. Compartí esas risotadas con quienes estuvimos allí. Tricicle, grupo imprescindible.

    ResponderEliminar
  3. Compartí esas risotadas con quienes estuvimos allí. Tricicle, grupo imprescindible.

    ResponderEliminar