Viaje en el tiempo

Salvo el trayecto que realizo diariamente al trabajo, no suelo viajar solo, ayer, sí. Por razones que no vienen al caso, la radio es en la mayoría de las ocasiones la voz ajena que nos acompaña cada kilómetro de carretera. Ayer no. La lluvia caía insistente pero suave y la oscuridad exterior invitaba a concentrarse en la escasa área que iluminaban los faros, así que con un simple clic los compases de black magic woman comenzaron a cambiar la atmósfera  ¡cómo me gustaba la percusión de este tema de Santana!, y casi sin quererlo comencé a transportarme a varias décadas anteriores. In the Ghetto, triste historia de ese niño que nace en el seno de una familia miserable, pero que suena tan bien en la voz de Elvis, Noches de blanco satén de The Moody blues llegaba en el justo momento en que todo mi yo habitaba el verano de 1969. Jane Birkin con Je t'aime... moi non plus, afloró mi ser romántico que sólo eclosionó ((el volumen del aparato ya había subido unos decibelios más) al vibrár  con el estimulante rock de la cárcel de Presley. Anoche, viajé cien kilómetros bajo la lluvia de 1969 que, por razones que no vienen al caso, fue un gran año para mí.