SORPRESAS TE DA LA VIDA

LLegó el estío y, aún con un cabreo sordo por los acontecimientos sociopolíticoscrisistémicos y sacando pecho ante los próximos recortes salariales, me disponía a enfrentarme a las cervecitas frescas, los chapuzones en aguas salobres, las lecturas del género negro que me había seleccionado con cierto morbo. Puestas a buen recaudo las neuronas más agotadas por el cansino y cansado trabajo, cuando de repente suena el teléfono y la conocida y querida voz de mi hijo me aconseja sentarme: papá, voy a ser padre. ALEGRÍAS TE DA LA VIDA.
Una semana fue suficiente para serenar mis atolondrados pensamientos y, recuperado ya, ocurrío la segunda parte de esta historia: papá, voy ser padre de dos hijos que vienen juntos en el mismo tren.. SORPRESAS TE DA LA VIDA.
Ahora todo mi cerebro está activado, todas mis células están espectantes y comienzo un cursillo intensivo para ser un gran abuelo. ALEGRÍAS TE DA LA VIDA