domingo, 20 de febrero de 2011

Una oportunidad perdida del viejo continente

Creo que Francisco G. Basterra resume perfectamente el papelón jugado por la "gran Europa" anta la oleada de revoluciones de los países árabes de la ribera mediterránea.
(Tánger)
"...Mientras asistimos fascinados a esta fiebre de libertad , Europa dormita. No sin dosis de mala conciencia, por haber apoyado durante tanto tiempo a los autócratas, que supuestamente contenían al fundamentalismo islámico y que nos garantizan el petróleo. ¿En qué lado de la historia hemos caído? Estados Unidos se ha adelantado a una Europa desaparecida, incapaz de proyectarse internacionalmente como un todo. Van Rompuy, Ashton, lady ausente; Merkel, Sarkozy, Zapatero. Demasiado poco y demasiado tarde. Y el terremoto nos afecta directamente: es el Mare Nostrum, son nuestras fronteras. Estamos encogidos de miedo ante la eventual llegada de una oleada de nuevos inmigrantes. Italia ya ha dado la luz de alarma. País fundador de la Comunidad Europea, séptima economía del mundo, tiene como primer ministro a un acusado de prostitución de menores y abuso de poder. Berlusconi se permitió la humorada de apostar por Mubarak. Patético el papel de la Francia de Sarkozy, con su ministra de Exteriores aceptando favores y haciendo negocios con el sátrapa tunecino, al que ofreció ayuda policial para reprimir a su pueblo. Y nuestra diplomacia risueña, aprovechando el maremoto árabe para enviar una misión de halago diplomático al dictador Obiang en Guinea Ecuatorial. ¡Qué lástima de Europa!" (El País, 20 de febrero)

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