Cualquier situación es suceptible de mejorar y a la evidencia me remito. Mis hijos han decidido hacerme abuelo este año en el que ya se vislumbra la salida de la crisis. 2011 va a ser memorable en mi familia, aunque seres extrafamiliares estén empeñados y empeñadas en alejar de mi horizonte el día de la jubilación; a pesar de ello, será un año fértil, digno de ser anotado en cualquier biografía. La saga de los "fernández" no sufre merma.
Pronto volveré a recurrir a mis artes de chiquillero, rebuscaré en lo más profundo de mi memoria los mejores cuentos, las mejoras historias y, si el lumbago no me lo impide, volveré a revolcarme por los limpios suelos en mil y pico piruetas. Estoy preparado. ¿Quién dijo miedo?