Nunca es pronto para rendirse o... nunca es tarde para rendirse

Hoy he estado en una "función teatral". Sala XTREMO de Jaén, 8€ la entrada y te ofrecen una cervecita fresca antes de entrar, si llegas con tiempo o a la salida si no tienes prisa (podéis llevar una bolsita de avellanas, ya que la tapa no está incluida). La obra representada, no viene al caso su nombre, pido perdón a la compañía cuyo nombre tampoco viene al caso, es triste y divertida a un tiempo, es simple a la vez que complicada, es en blanco y negro y a color, corta y larga, pero sobretodo es "brecht-iana", permitidme la palabreja, con mensaje explícito, con crítica social, despiertaconciencas con argumento histórico y conflicto permanente, en fin, ya sabéis, aquello de "el pueblo unido jamás será vencido", sin embargo se exponen dos ideas, en apariencia, contradictorias pero que nos conducen a una misma conclusión: la rendición es inevitable o, mejor dicho, (idea 1) si no somos capaces de unirnos en la lucha frente a los poderes que nos amordazan, nos controlan, nos humillan, nos roban, nos venden, nos engañan, nos adiestran, nos... nos.... nos..., entonces para qué esforzarnos individualmente, rindámonos cuanto antes, nunca es demasiado pronto para rendirse, para qué aguantar. (Idea 2) Si luchamos mucho tiempo pero perdemos la ilusión, la unidad, la esperanaza de vencer y cambiar las cosas, rindámonos también, para qué aguantar hasta el final, que nos llevará a la rendición total, nunca es demasiado tarde para rendirse. ¿Rindámonos?